Hemos celebrado ¡50 Años!, que se dicen pronto, pero a su vez están llenos de aventuras, de trabajo, esfuerzo, alegrías e ilusiones de muchos y muchas Scout, Lobatos, Castores, Escultas y Claneros, sin olvidarnos nunca de los Scouters, y de los padres y madres que nos han acompañado a lo largo de todos estos años.
Fue un momento muy emotivo para todos, de reencuentro con mucha gente y de grandes expectativas.
La lluvia nos dejo un ligero sabor agridulce, pues nos trastocaba los planes, y nos sumió en un pequeño caos, al no tener espacio para albergar y refugiar de la lluvia a tantísima gente que había venido a celebrar con nosotros el aniversario.
Poco a poco, la cosa se normalizo, y tras despedir a la tropa, que se iba a pasar la noche a Los Llanillos, nos juntamos con la Manada Kiowa en un recital de danzas sin igual, que duró hasta la cena.
Después de cenar, disfrutamos de un cuentecito y nos fuimos a la cama, cansados tras un largo día.
Al día siguiente, hicimos varios juegos y un paseito hasta el helipuerto. Acabamos la acampada con un Consejo de Roca, donde hicimos un repaso al funcionamiento de la manada y las progresiones de todos los lobatos.
Así fue nuestra acampada del 50 Aniversario, pero no será la ultima: ahora nos espera el Campamento de Navidad, para el cual ya contamos los días que faltan.
