viernes, 25 de febrero de 2011
La historia de como transcurrio la acampada de febrero en la Manada Mohwa…
Después de conocer el entorno que nos acompañaría durante la acampada, transcurrió la mañana junto a la chimenea del albergue, resguardados del frío y la lluvia y realizando juegos y actividades muy tranquilas. Por parejas , los lobatos y los viejos lobos pintamos y decoramos el que sería nuestro “HUEVO” durante todo el fin de semana y el cual debíamos cuidar y proteger bien para que no se rompiese. En cuanto a esto del huevo, he de deciros, que unos fueron más responsables y cuidadosos que otros, pero les dio tiempo a mimarlos y resguardarlos antes de que muriesen aplastados: ¡Enhorabuena a los que aguantasteis con él hasta el final!
Después de una agradable comida y el tiempo libre donde algunos lobatos se esforzaron por limpiar el río de basuras varias, comenzamos con un juego de mesa a lo grande: El Gran Party de las Nuevas tecnologías, que nos sirvió a más de uno para conocer de cerca las herramientas y realidades de la televisión, el internet o las videoconsolas, entre otros. Este juego dará comienzo a otras muchas actividades que realizaremos a lo largo de la ronda solar para lograr un consumo responsable de las nuevas tecnologías.
Tras caer la noche, jugamos toda la manada a la luz de la luna a diversos juegos de movimiento, estrategia y de escondite. En estos, el esfuerzo, la motivación y la rapidez de nuestro amigo Nico hizo que este sufriese un pequeño percance que solventamos rápidamente, pero provocó su abandono de la acampada. Nico: la manada te echó mucho de menos y te envía fuerzas para animarte, ¡Esperamos verte de nuevo el sábado que viene!
El domingo, amaneció en Los Abedules soleado, y nos levantamos con ganas de disfrutar del entorno y corretear afuera. Dieron lugar por la mañana las “Olimpiadas Lobatiles” y los lobatos, divididos por países (8800 de Bustarviejo y Vagetán), compitieron en pruebas como el lanzamiento del hueso de aceituna o el softball.
Después de limpiar y dejar el albergue mejor de cómo lo habíamos encontrado, realizamos una actividad en la cual los lobatos se dejaron llevar por su imaginación y agudizaron el sentido del oído para guiarse en el espacio y transformar los sonidos en su propia historia imaginaria.
Y con este buen sabor de boca nos quedamos para la siguiente aventura y la vivencia de nuevas experiencias que aún quedan por llegar…
miércoles, 16 de febrero de 2011
Nos vamos de acampada
Disfrutaremos de este fin de semana junto a la Manada Kiowa, los Scouts y los Escultas en el Albergue Los Abedules, en Bustarviejo , http://www.albergue-valle.com/
H O R A R I O S
Salida en el Albergue: 09.00 horas
Regreso en el Albergue:19.00 horas
C O M I D A S
Comida del Sábado y Comida del Domingo. la cena la haremos nosotros y el desayuno lo pone el albergue.
P R E C I O El precio por acampado/a es de 16 euros
HAY QUE LEVAR: Uniforme Scout (Camisa, Pañoleta, sudadera) Saco De dormir, ropa de abrigo, bolsita de aseo…y todo lo necesario para un fin de semana. Cualquier duda, por favor, llamad a los scooters.
jueves, 3 de febrero de 2011
Acampada de enero
Primera acampada del año, y con más fuerza que nunca, 19 lobatillos nos acompañaron en esta ocasión en un fin de semana lleno de experiencias.
Comenzamos el sábado saliendo de ruta. Tras los preparativos necesarios antes de salir de ruta: sacar la comida, llenar las cantimploras de agua, y repartirlo todo en mochilas; nos dispusimos a encaminarnos hacia nuestro destino: el antiguo poblado de Navalquejigo.
Situado entre la moderna urbanización de Los Arroyos, junto a la parada de tren de Las Zorreras, el centenario pueblo de Navalquejigo quedó abandonado a mediados de siglo XX, y pocas décadas después comenzó a urbanizarse alrededor suyo, dando un aspecto completamente diferente a la zona, y eso buscábamos encontrar en el final de nuestra ruta, el altísimo contraste entre tradición y modernidad, entre lo nuevo y lo viejo.
Pero el camino hasta Navalquejigo no es corto, y pudimos pasear tranquilamente en una larga ruta por la llanura escurialense, mientras hacíamos un juego de pistas con pruebas, acertijos y fotografías que había que identificar por el camino.
Al llegar a Navalquejigo, visitamos un poco el viejo pueblo, hasta llegar a la iglesia (románica, del siglo XII), donde pudimos comer a buen refugio, y después subir al viejo campanario, eso si, en pequeños grupos para controlar mejor la seguridad de la pequeña puerta-campanario.
Tras rellenar nuevamente las cantimploras en la fuente del pueblo, nos encaminamos a retornar a casa, esta vez con mas rapidez, pues aun anochece temprano, y no queriamos quedarnos a oscuras a mitad de camino. El cansancio de una ruta larga, aunque no difícil, junto a los pies mojados por caminar todo el día sobre la nieve consiguieron que nos cayera la oscuridad encima, por suerte ya estábamos en el pinar cercano a nuestra casa, y ese es un camino que conocemos ya con los ojos cerrados, y así se vio.
Al llegar al albergue, subimos directamente a la habitación, a cambiarnos la ropa mojada y ponerla a secar. Jugamos todos sentados en un círculo sentados en la habitación y hubo algún que otro conato de rebelión lobatíl contra Baloo, que acabaron ganando los lobatos por desgaste (los años pesan Baloo), mientras esperábamos la cena: rico puré de lentejas y tortilla de patatas.
Para finalizar la noche, tuvimos una fiesta con karaoke, disco, y un video del campamento de navidad que se habían currado el comando andalusí (Cobra, Adrikki y Naiara), antes de irnos a la cama a dormir, aunque a más de uno le costó conciliar el sueño, cuando por fin nos dormimos, no hubo quien nos despertara por la noche.
Domingo
Después de una plácida noche nos levantamos, alguno remoloneando más de lo necesario, hicimos el saco y nos bajamos a desayunar.
Ya con las pilas cargadas tocaba jugar, asíque fuimos al bosque y durante la mañana estuvimos jugando a varios juegos, buscar la bandera, te invito a cenar... el tiempo se nos pasó volando y antes de comer ya estábamos en el albergue para terminar de recoger nuestras cosas, porque después de la comida teníamos que ayudar al grupo a recoger el albergue, y eso hicimos, todos colaboramos y conseguimos recoger y limpiar rápidamente lo que nos tocaba.
Lo único que nos quedaba por hacer ese día era la ceremonia de promesas, muy importante para nuestros lobatos que nunca habían participado en una. La ceremonia fue muy bonita subimos a una explanada al lado del albergue desde donde se veían las montañas nevadas, Madrid pequeña y lejana...todos tendremos recuerdos muy bonitos de esa ceremonia, unos por ser la primera que vieron, otros por haber echo la promesa, y habrá alguno que también se acuerde del frío, pero seguro que esos son menos.
Ya por último nos despedimos de nuestros compañeros de Madrid y nos fuimos cada uno con nuestras familias esperando al siguiente sábado que nos volveremos a ver todos.
