martes, 8 de mayo de 2018

Una gran aventura en Madrid

El sábado pasado tuvimos una gran aventura: ¡fuimos a visitar a la Manada Kiowa a Madrid! Era de aprovechar la primavera (aunque nos quedó la duda si en Madrid ya había llegado el verano) y luego de varias actividades que las manadas hemos realizado juntas en las acampadas, era hora de visitarnos un sábado de reuniones.
¿Quedamos guapos, eh?
En la Seeonee quedamos un poco más temprano de lo habitual (¡a las 11 de la mañana!) y aunque tuvimos un par de caras que aún despertaban en la estación del tren de El Escorial, fuimos generando ese ambiente tan scout que te dice que será un día genial. Y vaya que lo sería.

Y como dice la canción "nos fuimos a Madriiiiiid". Fue un buen viaje en el tren donde disfrutamos de las vistas y encontramos la manera de divertirnos mientras llegábamos a nuestro destino. Llegando a la estación de Atocha, descubrimos como despertábamos la curiosidad en otros chavales y como algunas personas mayores alzaban su mano para hacer el saludo scout mientras nos sonreían. Esto de ser scout es "para toda la viiiidaaaa".


Algunos ya conocíamos el local, para otros era su primera vez, pero todos estábamos emocionados por ver a nuestra manada hermana. Y nos abrieron la puerta. Conocimos los locales de las demás unidades del Grupo en Madrid y saludamos a los Castores de la Colonia Idaho que se encontraban haciendo una actividad. Al llegar al local de la Kiowa nos encantó como lo tienen pintado, además tiene una pizarra muy guay.

Bobby nos mostró unas fotos de como estaba pintado hace años el local y además un volante de cuando fue inaugurado en ¡1982! que en tiempo de lobato es hace trillones de años. Luego, nos fuimos juntos al parque El Retiro, donde seleccionamos un lugar agradable y nos sentamos juntos a comer.

Las lobatas y lobatos de la Kiowa nos tenían preparado un juego el cual hicimos como lo que somos: la manada del Grupo Scout 217. Nos divertimos mucho y nos enteramos que las cucarachas sobrevivirán a la bomba atómica. Fue genial, aunque como siempre cuando te diviertes, el tiempo se nos fue volando.

El viaje de regreso en el tren fue un poco más tranquilo, especialmente porque algunos nos quedamos dormidos en algunos tramos. También hicimos un amigo nuevo, su nombre era David y tenía seis meses. Fue un día espectacular.

Ahora, a preparar la visita de la manada Kiowa a Fuentenueva. De eso empezaremos a hablar este sábado a las 16:30 horas, en nuestra reunión de siempre. ¡Hasta entonces! Aquí os dejamos las fotos de la visita.

Buena caza y largas lunas,

Vuestros viejos lobos.- 

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